El despechado intendente comenzó la tarea destinada a cumplir aquello de “si no sos mía no serás de nadie”. Afirma que la ayuda de Nación y Provincia es solo especulativa.
“Mar del Plata ha recibido de la Nación y de la Provincia. Ahora también veamos las causas, así la gente entiende bien. Es muy simple entenderlo. Mar del Plata es la cabecera de la quinta sección electoral. Es el segundo padrón después de La Matanza. Cambiemos tiene que ganar en Mar del Plata, tiene que andar bien en Mar del Plata. Esa es la razón por la cual también tenemos tanta ayuda. Soy sincero para decir las cosas” dijo Carlos Arroyo para explicar las obras y la asistencia que recibe la ciudad.
En buen romance puso en blanco sobre negro que no es por el amor que declaman Macri y Vidal por Mar del Plata ni porque esté en los planes del poder central ayudar a que se retome el verdadero camino del crecimiento: es una simple especulación electoral.
Y sin inmutarse, deja plantada la idea de que nada de sincero hay en esa ayuda y que la misma puede cortarse cuando se acabe el tiempo en que Cambiemos “tiene que ganar en Mar del Plata, tiene que andar bien en Mar del Plata”.
No es una sorpresa lo que dice Arroyo ni siquiera pueden adjudicarse sus temerarias afirmaciones a alguna de sus clásicas resbaladas orales. Es parte de una estrategia previsible, desde el mismo instante en que Vidal y Macri resolvieron no solo apartarlo de la campaña sino además maltratarlo, que va acorde a la personalidad del intendente: Carlos Arroyo no está dispuesto a convertirse en el tipo a despreciar y quedarse callado.
Decíamos hace horas que la designación de Patricia Leniz en Desarrollo Social era el anticipo de la intención de “buscar tierra debajo de la alfombra de Vilma Baragiola” a la que en el entorno del jefe comunal siguen señalando como una traidora. Y estas nuevas declaraciones demuestran que la guerra recién ha comenzado y que la estrategia es demostrar que, sin él, el espacio estará muy lejos de repetir la elección de 2015.
Sabe que es impensable cualquier represalia de aquí a octubre. Tiene razón al analizar la importancia de General Pueyrredón en el Quinta Sección Electoral y descuenta que a nadie en La Plata o Buenos Aires se le puede pasar por la cabeza desfinanciarlo y generar un estallido que atente contra las posibilidades electorales del espacio. ¿Después?…todo dependerá de los resultados de octubre.
La mesa de la “venganza” está servida. Y los platos que se irán sirviendo serán indigestos para muchos.